MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS)
Nos sorprendió con su cambio de estilo musical; nos dejó boquiabiertos con su coreografía en una jaula; demostró que una cama puede ser una pista de baile... y ahora se pasa a los ritmos R&B sin que le tiemble el pulso. Shakira ha vuelto y esta vez con Lil'Wayne.
En Give Up To Me, el tercer single de su último disco, Loba, Shakira vuelve a demostrar que ha dado un giro radical en la música que ha venido haciendo hasta el momento, tal y como había dejado claro con las dos primeras canciones de ese álbum que salió al mercado a principios de octubre.
Con She Wolf (Loba, en su versión en español) la colombiana demostró que de los ritmos latinos de sus anteriores trabajos poco podíamos esperar en su último trabajo. El videoclip causó sorpresa por mostrar a una Shakira inédita hasta el momento, más atrevida que en otras ocasiones.
Los mismos ritmos de baile electrónicos de Loba se repetían en el segundo single, Did it again (Lo hecho, hecho está, en España) con batucada brasileña de fondo y una coreografía que demostró al mundo que la cama puede ser espacio suficiente para marcarse un baile, siempre que se cuente con ciertas habilidades gimnásticas.
En el tercer single, Give up to me, recien estrenado en Estados Unidos, Shakira vuelve a lanzar un tema hecho para la pista de baile, con la diferencia de que los ritmos electrónicos son sustituidos por una base R&B construida de la mano de Timbaland, cuyas bases se nutren esencialmente del rap y de golpes rítmicos de graves.
La canción cuenta con la colaboración de uno de los raperos más rentables de Estados Unidos, Lil'Wayne que acompaña a Shakira en una canción que pasa de los ritmos hip-hop, a la melodía árabe mientras la colombiana efectúa otra de sus características coreografías y sus peculiares cambios de atuendo.
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