El viernes a la medianoche, cuando Shakira salga al Escenario Mundo, de Rock in Rio, los asistentes presenciarán uno de sus últimos conciertos antes de que se enclaustre para producir el nuevo disco que espera tener listo a mediados del año próximo.La colombiana llegó el martes temprano a Madrid, acompañada por su novio, Antonio de la Rúa, quien no la desampara. Antes de presentarse en la ciudad del rock, habilitada en las afueras de la capital española, la artista pudo constatar que las entradas para su show se agotaron incluso antes que los boletos para ver a la mítica banda The Police, liderada por Sting, y que ofrece su último concierto de reencuentro el sábado.
Shakira venía de Miami, y tras cantar el viernes, saldrá el sábado temprano rumbo a Londres, donde se reunirá con varios productores con los que está trabajando su nuevo álbum. Justo después del mediodía de ayer, la cantautora recibió en exclusiva a EL TIEMPO.
¿Qué se verá durante su concierto?
Será un show de una hora y 10 minutos. Quise variar un poco el repertorio, el orden de las canciones y el vestuario, que es la pesadilla máxima de mi vida.
¿Por qué?
Ojalá se pudiera cantar sin ropa. Claro que no tendría el valor, porque soy muy pudorosa con mi cuerpo, aunque no lo crean. Sería muy práctico; porque no hay nada que me agote más que las pruebas de vestuario. Seleccionar la ropa para el escenario es muy distinto que escoger lo que se usa para ir al cine. Tiene que funcionar en el show, con ciertas condiciones. Fue parte de lo que tuve que hacer antes de venir, cambiar un poquito el look.
¿Cómo será ese look?
Más o menos igual (risas).
¿Qué sintió al saber que sus boletas se agotaron antes que las de The Police?
En ese momento fue cuando dije que había que cambiar el vestuario enseguida. Además, porque España fue de los lugares donde la gira fue más extensa, me vieron varias veces. Algo nuevo tenía que traer.
Shakira venía de Miami, y tras cantar el viernes, saldrá el sábado temprano rumbo a Londres, donde se reunirá con varios productores con los que está trabajando su nuevo álbum. Justo después del mediodía de ayer, la cantautora recibió en exclusiva a EL TIEMPO.
¿Qué se verá durante su concierto?
Será un show de una hora y 10 minutos. Quise variar un poco el repertorio, el orden de las canciones y el vestuario, que es la pesadilla máxima de mi vida.
¿Por qué?
Ojalá se pudiera cantar sin ropa. Claro que no tendría el valor, porque soy muy pudorosa con mi cuerpo, aunque no lo crean. Sería muy práctico; porque no hay nada que me agote más que las pruebas de vestuario. Seleccionar la ropa para el escenario es muy distinto que escoger lo que se usa para ir al cine. Tiene que funcionar en el show, con ciertas condiciones. Fue parte de lo que tuve que hacer antes de venir, cambiar un poquito el look.
¿Cómo será ese look?
Más o menos igual (risas).
¿Qué sintió al saber que sus boletas se agotaron antes que las de The Police?
En ese momento fue cuando dije que había que cambiar el vestuario enseguida. Además, porque España fue de los lugares donde la gira fue más extensa, me vieron varias veces. Algo nuevo tenía que traer.
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