18 sept 2009

Las raíces colombianas

Lejos de las cámaras y los anillos de seguridad que suelen ser protagonistas en las visitas de Shakira a Colombia, su equipo de producción estuvo durante dos semanas recorriendo todos los rincones de Colombia, en búsqueda de las raíces musicales del país, de las cuales la artista barranquillera quiere alimentar su música.

Fue una tarea que Shakira, quien empieza a realizar la promoción de su nuevo álbum en Estados Unidos, le encomendó a su novio, el argentino Antonio de la Rua, para que recorriera el país y encontrara el folclor auténtico de las entrañas de Colombia.
Muy juicioso, con el firme propósito de cumplir a cabalidad con la tarea que le encomendó su amada, De la Rua viajó durante 15 días por diferentes partes del país, pasando por corregimientos, poblaciones, caseríos y ciudades del territorio nacional. Desde el Caribe, hasta los Llanos Orientales, llegando incluso a varios sectores selváticos.

La misión era clara, conocer los talentos, que sin influencias externas mantienen vivos los ritmos y sonidos del gran álbum musical colombiano.

Todo este trabajo realizado por Antonio, se lo llevará Shakira a su casa en las Bahamas, donde espera que sean la base de su nueva música, tanto en español como en inglés, pues es innegable que en sus últimas producciones discográficas se ha alejado de su esencia musical.

Es una experiencia musical nunca antes hecha en Colombia, aunque Antonio de la Rua no viajó sólo, junto a él estuvo María Clara Posada, encargada de la producción artística de las giras de la artista; además John Borrical, ingeniero de sonido quien por vez primera visitaba el país.

Además, se sumaron a la aventura Jhon Hill, productor amigo de Shakira, quien ha realizado trabajos con artistas de la talla de Yoko Ono, Satogold y Natasha Bedingfield, entre otros.

Carlos Andrés Vallejo, uno de los mejores fotógrafos del país, se encargó de documentar la travesía, y en el viaje no podía faltar Luis Fernando Ochoa, con quien Shakira trabajó en sus álbumes “Pies descalzos” y “¿Dónde están los ladrones?”.

Este equipo logró más de cien encuentros étnicos y culturales, visitando regiones tan apartadas como Guapi, Timbiquí, Quibdó, San Pelayo, San Basilio de Palenque y ciudades como: Cali, Valledupar, Montería, Cartagena, Villavicencio y Barranquilla.

Maestros y leyendas de la música como Carlos Rojas en los Llanos Orientales; Pablito Florez del Porro en San Pelayo; Juancho Fernández de los Gaiteros de San Jacinto; Lorenzo Morales en Valledupar con su Vallenato; Nafer Durán, tres veces “Rey Vallenato”; las cantadoras de Bullerengue Etelvina Maldonado y Petrona Martínez, los recibieron en sus casas, para disfrutar de su talento y largas conversaciones entorno a la esencia de la música colombiana.

Pero en medio de esta expedición musical, Antonio, igualmente por pedido expreso de Shakira, visitó todas las Escuelas de la Fundación Pies Descalzos, participó en tertulias con profesores, habló con los niños y en general con todos los docentes, para saber cómo iban las cosas, para saber si el proyecto educativo de la artista va por buen camino.

Como si fuera la propia Shakira, en cada población, escuela, caserío y lugar en general, el grupo fue recibido con grandes expresiones de cariño por parte de los habitantes y músicos, quienes contaron también con la gestión de las Secretarías de Cultura y Turismo, que se unieron y apoyaron la logística y la programación de estos encuentros en cada región.

El equipo de trabajo finalizó con un invaluable material fotográfico, fílmico y técnico musical de géneros como: el currulao, la salsa, la música llanera, el vallenato, el porro, la chirimía y muchas expresiones propias de las raíces folclóricas del país.

En toda esta compilación, además de llegar a manos de Shakira, cada uno de los integrantes del equipo se lleva una anécdota inolvidable, que van desde la emergencia en medio de una tormenta entre Guapi y Timbiquí que por poco los hace naufragar, o la clase que les improvisó, el maestro Pablito Florez a ritmo de porro, o como en el caso de Antonio de la Rua, a quien todos querían tocar y además bailar con él.

Desde niñas hasta profesionales del ballet lo invitaron a la danza… una de ellas provocando risas espontáneamente expresó: “Sería bueno que Shakira le enseñe unos pasitos, porque Antonio los necesita”.

Antonio de la Rua afirmó que desde ya hay que programar la segunda visita, a todas estas zonas y concluyó diciendo: “La riqueza que tiene Colombia es tan digna y tan linda que hay que intentar que tenga presencia en el mundo”.

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